domingo

PN tierra del fuego

El próximo destino fue aún más al sur hacia el PN ‘tierra del fuego’. Almorzamos en la bahía ensenada, frente a la isla redonda, un lugar hermoso, con sol y mucha tranquilidad; dejamos la express allí e iniciamos una caminata de tres horas donde pasamos por lugares maravillosos, bosques, ríos, cascadas, todo como sacado de ficción.
Luego fuimos a la Bahía La Pataia, definitivamente la parte más al sur de las que jamás hayamos viajado. Es un lugar absorbente que el tiempo se detiene para que uno observe y se sienta parte de un lugar estupendo.
Como ya caía la tarde nos dirigimos al camping libre, esto es sin servicios, del río ovando. Tuvimos la suerte de encontrar un lugar junto al río con un espacio para la parrilla y eso era justo lo que buscábamos. Esa noche Poldi hizo un asado que será recordado por largo tiempo, con achuras y provoleta, un manjar austral.
Al día siguiente, y todavía relamiendo las carnes de la noche, nos dirigimos hacia el sendero que lleva hasta el ‘hito XXIV’. Esto es el límite entre Chile y Argentina y se accede tras 2 horas de caminata. Una vez allí intentamos correrlo un poco para hacer justicia, pero no se movió mucho. Ese sendero bordea el lago roca y también tiene bosques, rocas y arroyos increíbles.
Esa noche estábamos agotados y decidimos dormir en un camping organizado con duchas calientes, lo necesitábamos ya que al otro día nos esperaba un largo tramo.

A la mañana salimos a las 5am rumbo a El Calafate, dejando atrás un lugar imperdible, único y bien argentino.
La ruta ya la conocíamos y el hecho de salir temprano nos dio la ventaja de poder circular por el pavimento que están construyendo y no ser desviados por los trabajadores, luego del ripio chileno y una carrera por lugares en la aduana, vino una corrida para los lugares del ferry, entramos con una espera de 15’. El estrecho estaba totalmente movido con olas de más de 2 metros que movían la embarcación de aquí hacia allá, lo cual nos llevó a pensar dos cosas: los camiones allí arriba no se caerán?? y, qué huevos tenía Magallanes para cruzar el estrecho con los barquitos que tenía!! Una vez fuera del barco chilote apuramos el andar para no perder lugares de aduana y salir lo más rápido del suelo enemigo.
Argentina nos recibió con menos viento que en Chile y encaramos hacia el oeste con destino a El Calafate.