domingo

glaciar perito moreno

Guau! Es lo único que se le viene a uno a la mente cuando se acerca al Glaciar Perito Moreno. Se pueden escribir miles de palabras para describirlo, pero no alcanza. Hay que estar allí para percibir con todos los sentidos la energía que emana semejante masa de hielo. Su color duele a los ojos desnudos, su inmensidad deja duro el cuello que no deja de girar para verlo todo, su sonido despierta al oído dormido cuando algún hielo se desprende y cae al agua, su olor a limpio, a naturaleza nos deja darnos cuenta de lo contaminado que vivimos en las ciudades. El Perito Moreno es único y es una obligación conocerlo.
Tras recorrer sus diferentes pasarelas y un ligero almuerzo emprendimos la retirada (a desgano y con tristeza) ya que nos esperaba un difícil camino hacia El Chalten.